viernes, 29 de junio de 2012

Llueve.

Trato de tranquilizarme a mi misma inyectándome en las venas grandes dosis de optimismo a diario. ¿De qué serviría estar mal? A tientas miro el futuro pero es borroso y no se distingue nada. Me centro en el presente, lleno de úna gama monócroma que nubla mi visión.

domingo, 24 de junio de 2012

Nada especial.

Es aquello que pasa una sola vez en la vida. - Piensas, pero cuando decides fijarte en cada detalle, en cada gesto, en cada palabra y en cada mirada, te das cuenta de que en realidad no tiene nada especial. Es una historia más, como seguramente lo serán muchas a lo largo de tu vida. Te hace daño, y seguirá haciéndote daño porque ambos sabéis que no siente lo mismo por ti que tú por él. La peor parte llega cuando tú te vas y él se ha dado cuenta de que te ha perdido. Se arrepiente. Lloriquea. Te entran ganas de decirle "Imbécil, llegas tarde, ¿no lo crees?" pero sabes muy bien, y creo que ésta parte sí que es la peor de todas,  que sí ahora mismo te pidiera la luna y las estrellas, el firmamento entero, se lo bajarías fuera como fuera. ¿Por qué? Sencillo. Porque eres una chica y sobretodo y muy a tu pesar, estás enamorada.

martes, 19 de junio de 2012

Aquí se está muy bien.






Todo el mundo dice entenderme. Todos dicen estar a mi lado. Tratan de convencerme a mi del tópico "todo irá bien", para así poder convencerse a ellos mismos y vencer ese sentimiento de impotencia que les inunda.
Todos sienten pena, me miran con compasión, algunos hasta con admiración. Ellos, que supuestamente "sufren" tanto ¿Dónde han estado las noches en las que no podía dormir debido a la gran opresión que asfixiaba mi pecho? ¿Dónde estaban todas aquellas personas cuando tenía que arrastrarme por el suelo de mi habitación hasta llegar a la cama y poder descansar, de esta manera lograr olvidarme por un instante del dolor que sentía? ¿Dónde estaba todo ese gentío cuando me he caído, raspándome todo el cuerpo? Me contesto a mi misma... ni estaba, ni estará. Porque estoy sola ante toda esta situación, estoy asustada y tengo miedo. Me veo demasiado pequeña ante todo esto. Es como si tuviera que enfrentarme ante una ola gigante, con unas probabilidades de supervivencia nulas. Pero tampoco me puedo quejar. Nadie me debe nada, es más, no quiero que nadie me deba nada, porque esta temporada me toca superarla a mi sola, y de esta manera podré demostrarme a mi misma de lo que soy capaz de hacer. Todas y cada una de las personas que me rodean seguirán con su vida, con sus costumbres, con sus manías, con su rutina... yo construiré una vida nueva, pero lejos de aquí. Lejos de lo que más amo.
Hasta entonces optaré por caerme y quedarme en el suelo.
Aquí se está muy bien.

Total... me estaba quedando sin tiempo..

En ese mismo instante me di cuenta de la voracidad del tiempo, de las pocas horas que me quedaban respirando aquel aire mediterráneo e impregnado de humedad. Me percaté de que no había marcha atrás ni segundas alternativas, ya no podía hacer nada para luchar contra el destino ni contra el transcurso de la vida, que nos llevaba por los senderos menos esperados.
Opté por encerrarme en mi misma adoptando una actitud irascible e irritante que alejase de mi a todo ser humano posible. Mi grado de cinismo era demasiado elevado, necesitaba fingir que estaba bien, que nada pasaba. De esta manera todo sería más fácil y cuando estuviera a solas podría llorar todo aquello que mi carácter no me permitiera hacer en compañía.
Necesitaba creer que las cosas cambiarían, que el olvido vendría a mi, se adentraría en mi cuerpo, en mi mente, en mi alma y me salvaría del gran abismo en el que me estaba hundiendo conforme los malditos segundos iban pasando y enumerándose uno a uno, yo me quedaba sin ellos...
Por mucho que grité nadie me escuchó. Por mucho que sangré, nadie trató de remendar mis heridas. -"Tienes que hacerlo sola. Sal del agujero, como tantas veces has hecho hasta ahora. Tú sola. Este no es el final, es el comienzo..."-  Una parte de mi conciencia, la más optimista, trataba de hacerme sonreír. - No vas a poder con todo esto, ni contra las adversidades que se crucen en tu camino... ni siquiera podrás afrontar la vida, porque eres una cobarde que se deja arrastrar por sus sentimientos. Sabes que no lo lograrás. Sabes que acabarás fallándote a ti misma y peor aún, terminarás fallando a todos aquellos que te rodean. Lo sabes ¿no?- Y ahí estaba mi lado oscuro, venciendo el optimismo.
¿De qué serviría hacer o decir nada a esas alturas? Total... me estaba quedando sin tiempo.

jueves, 14 de junio de 2012

¿Existe?

Pequeñas ocurrencias que cruzan mis pensamientos, como los relámpagos parten el cielo en una plena tormenta de verano.
Tempestad sobre mi cabeza. Miedo y espanto. Falta de aire. Corre. Corre. Corre... Corre o te pilla. Corro. Pero las espesas nubes me persiguen. Son negras. ¿Por qué son negras? ¿No podrían ser azules?  Aaaaah. No. Él no es mi principe azúl, me lo dijo. Pero yo le contesté con total naturalidad: no, no eres mi principe azúl porque los príncipes azules no existen. Entonces él me sonrió.
Sonrisas. Adoloro las sonrisas de todos aquellos que me rodean, si ellos sonríen yo soy feliz.
¿Por qué estamos aquí? ¿Qué hacemos en este mundo? Preguntas... preguntas metafísicas cuyas respuestas no conocemos.
¿Felicidad? ¿Es nuestra finalidad? ¿La buscamos? ¿Existe? En realidad creo que no. Creo que la felicidad como concepto no existe, pero el camino que lleva a ella sí, por lo tanto, debemos ser felices la mayor parte del tiempo; buscar la armonía, la tranquilidad... Igualar la balanza, compensarla y no dejar que nunca nada nos venza.



miércoles, 13 de junio de 2012

No sé lo que he hecho todo este tiempo sin ti.

La realidad es cruel, aplastante e inminente. El paso del tiempo a veces cura las heridas, otras, las agrava; las personas a veces salimos a flote y otras nos dejamos arrastrar por la desesperación.
Parece mentira lo rápido que ha pasado todo este tiempo, pero para un momento. Sólo ha ido un corto intérvalo, incomprable con todo lo que hemos vivido hasta ahora, sin embargo nos ha marcado de una manera memorable.
Podría decir que hemos crecido juntas. Sí, hemos crecido una junto a otra, compartiendo quizás, algunos de los momentos más importantes de nuestras vidas hasta ahora. Han sido muchas las llamadas, los mensajes, las canciones compartidas. Han sido muchas las horas hablando, las lágrimas secadas y los ánimos dados.
No te estoy diciendo nada que no sepas ya. Lo sabes todo, como siempre. Lo intuyes, lo ves y créeme que muchas veces no sé como lo haces. ¿De donde sacas toda esa fortaleza? Dime ¿en qué lugar de tu ser se esconde la razón de esa radiante sonrisa? Y esa bondad infinita... ése afán de ayudar a los que te rodean, de preocuparte por ellos y de estar ahí la mayor parte del tiempo, a su disposición a pesar de que tú muchas veces estés mil veces peor que ellos.
¿No podrías esconderte en mi maleta y venir conmigo vaya donde vaya? Estoy segura de que te necesitaré y lo peor será cuando te busque y no te encuentre, cuando necesite uno de tus abrazos y no estés ahí para reconfortarme, cuando esté desesperada, buscando un consejo tuyo y no estés a mi lado para dármelo...
¿Si te dijera que te has convertido en un pedacito de mi me creerías?
Eres la típica amiga deseada por todas las chicas del universo, aquella amiga fiel, loca y que haría cualquier cosa por "su gente".
Quizás hayas sido la única con la que he compartido pensamientos que con cualquier otra persona no podría haberlo hecho y como bien decimos "Somos tal para cual".
Nisiquiera los textos más bonitos del mundo podrían reflejar éste cariño que te tengo. Esto es tan grande que no se puede expresar a través de palabras.
Gracias por existir y sobretodo por aparecer en mi vida. No sé lo que he hecho todo este tiempo sin ti, y tampoco sé lo que haré de ahora en adelante.
Te echaré mucho de menos.