martes, 31 de julio de 2012

No podría haberlo sido nadie más.

Todas, absolutamente todas las chicas en algún momento de nuestras vidas soñamos con nuestro príncipe azul. No sabemos que ésos son los peores porque destiñen. Tampoco nadie nos dice que ése príncipe al que tanto añoramos no llegará montado sobre un majestuoso caballo blanco cuando más le necesitemos y tampoco seremos felices y comeremos perdices a su lado. No somos princesas. Pero sí que existen los demás príncipes, de muchos, muchísimos colores, incluso tricolores, y sí, tal vez no lleguen montados en bonitos caballos en los momentos oportunos, pero sé de príncipes que llegan con su skate bajo el brazo, que prometen cuidar de ti aunque vayan ebrios, que escuchan todas tus paranoias en cualquier momento y están a tu lado, aunque muchas veces creas que no. Ésos son los verdaderos príncipes, los de carne y hueso, que no dejan que ningún obstáculo les tumbe, que hacen mil tonterías y mil bromas porque están realmente bien y no para ocultar su sufrimiento.          

                  Gracias por haber sido mi príncipe. No podría haberlo sido nadie más que tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario