lunes, 13 de agosto de 2012

23 de Abril. 2012

¿Alguna vez te has sentido solo? ¿Alguna vez has sentido el dolor en tu pecho? ¿Alguna vez te han dolido hasta los ojos de tanto llorar?¿Alguna ves te has ahogado en plena madrugada, inexplicablemente, producto de alguna pesadilla? ¿Has abrazado a la almohada como si fuera lo más importante en ese instante, lo único a lo que te podías aferrar? Como si fuera el único consuelo...

Me he encontrado sola en mi cama. Ese 0,90x2,00 metros se han transformado en kilómetros. He sentido el vacío, el frío, produciéndome escalofríos. He caminado por la calle con la soledad de la mano, estrechando sus etéreos dedos. He llorado sin que nadie se diera cuenta. Hora tras hora, arrastrándome hacía cualquier esquina de mi habitación para encontrar el calor.
Me he quemado la garganta queriendo decir tantas cosas, habiendo gritado, habiendo proferido aquellos chillidos que nadie quiso escuchar.
Me he caído en la oscuridad y me digo cayendo. Lo estoy haciendo. Lo sigo haciendo.
¡Es aterrador! No hay ninguna mano a la que aferrarme.
Soy invisible. Nadie me ve, nadie me escucha, nadie me recuerda, nadie sabe que existo.
Estoy aislada entre mis propias murallas.
Los monstruos de la oscuridad de mi mente están enredando mi cordura.
Pronto acabarán conmigo porque yo no quiero acabar con ellos. Son mi única compañía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario