sábado, 11 de agosto de 2012

¿Quién soy?

Porque no quiero a nadie. No necesito que nadie cuide de mi, ni siquiera quiero dejar de sentirme tan sola. El dolor es la prueba de que una vez fui feliz.
Mi garganta se cierra, se encoje sobre sí misma. Escuchar todos los días un "no vales para nada", "me has fallado" o "esto no me lo esperaba de ti", no ayuda a sobrevivir en este mundo lleno de dolor y de mentiras.
Quisiera volver, pero no puedo. No me lo permito. No soy débil. ¿Éste es el precio a pagar por un supuesto futuro que me espera? Sí. Estoy dispuesta a pagarlo, y a quedarme destrozada si hace falta.
Sonreiré y fingiré que todo va bien, que soy feliz. Me reiré y desprenderé tranquilidad, mientras que mi interior estará lleno de escombros, de páginas rotas de cuaderno, con la tinta corrida por las lágrimas de rabia y dolor. De pérdida.
Esto ya no lo puedo controlar. Ésta no soy yo. ¿Quién soy? Necesito encontrarme a mi misma. Tengo que poder sola, porque ya no queda nadie a mi lado para acompañarme en la búsqueda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario