domingo, 19 de agosto de 2012

De menos. Nunca de más.

¿Echar de menos? Sí. Echo de menos a la parte de mi misma sonriente y contenta. Al pedacito de mi misma que era feliz porque sí, al trocito que me empujaba a hacer cosas demenciales por los demás con tal de sacarles carcajadas. Echo de menos mi aire, mi elemento, mis ganas de vivir, mi optimismo. Pero sobretodo echo en falta a las personas que día a día, semana a semana, mes a mes y año tras a año ha hecho que todos mis logros y todas mis alegrías tuvieran sentido.

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